El trabajo es salud


Trabajo y salud


"Si me gano la grande me paso el resto de mi vida sin trabajar"
Le escuchaba decir a mi viejo.
Otros tiempo digo mientras pienso en
omo conseguir un trabajo ya, antes que me rematen la casa.
Otros tiempos, digo,
en tanto veo como mi hijo está cada vez más decaído
por esa jefa que los tiene a todos con un látigo,
me da miedo, miedo por todos, unos de los compañeros se suicidó..

En el desarrollo histórico se fue despojando al trabajo de su verdadero sentido dignificante pasando en la actualidad a ser un factor de enfermedad y muerte en un gran porcentaje de la población mundial, por su falta o por su presencia. Todo lo contrario de lo que el trabajo significa en sí mismo.

Entendemos al trabajo como una necesidad básica y esencialmente humana que comienza con los mismos orígenes del hombre.
La capacidad de transformación de la realidad para cubrir necesidades básicas fue abriendo camino a la creatividad, el arte, la estética, la representación, la investigación. . . Un sinnúmero de cualidades, funciones, facultades, capacidades desplegadas por medio del trabajo hace del hombre cada vez más un ser libre y digno, que modificando la realidad para vivir mejor se modifica creativamente a si mismo.

Estamos presenciando, a niveles máximos, el trastrocamiento de estas condiciones naturales del trabajo.

Muertes por accidentes y enfermedades originados en el trabajo.
Desordenes psicológicos de todos los calibres de gravedad llegando hasta el suicidio.

Haciendo un estudio de las condiciones laborales, en un contexto social derivado de ellas, se puede arriesgar que estos son disparadores que aumentan las probabilidades de ocurrencia de enfermedades de cualquier grado.
La ausencia de posibilidades de buenos tratamientos médicos y psicológicos que lleven a revertir el daño, competan el cuadro.

Detectar estas deformaciones sociales y conocer que actividades y actitudes concretas llevan a fortalecerse para enfrentarlas, es indispensable para el mantenimiento o recuperación de la salud personal, familiar y social.
El trabajo más allá de deshumanizante está siendo enajenante al punto de llevar a la despersonalización, se ponen en juego aspectos individuales equivocándolos, desviándolos, tergiversándolos, se confunden con otros que nos son los que corresponden. Se trastoca la identidad en la propia relación de la persona con el trabajo y con la sociedad. Entrando en una confusión de la que se sale embotándose con distintas formas de escape: juegos, computadoras, adicciones para llegar después a más confusión e inercia. Eso sí, cada vez más aislados, más solos. El vacío existencial que va dejando a hombres y mujeres sin proyectos ni perspectivas se produce por jornadas y jornadas de mancillamiento, tensiones continuas y agobiantes, lucha selvática, sometimientos, etc. intercaladas con "descansos" que en el mejor de los casos hay que ocuparse de resolver a escala inhumana de quehaceres de índole familiar. La desvalorizaciones y descalificaciones van dando paso a la desconfirmación  - fenómenos llamado vulgarmente ¨ninguneo¨ -, la persona es nada en esta posición, no es ya que trabaje mal por cualquier error que cometa, no es ya que no sea capaz o hábil en el desempeño de sus tareas aunque realmente lo fuese, no es ya que tiene que someterse a obedecer cualquier cosa o aceptar cualquier atropello, lo que sucede es que la persona es como si no existiese, ni lo que realiza, ni lo que habla, ni lo que no realiza tiene validez alguna.
La extensión del horario de trabajo a más de 15 hs. diarias es una realidad en aumento.
Ante la terrible realidad de contar con un altísimo índice de desempleo tener  trabajo, aún con estas condiciones infrahumanas, es considerado un gran beneficio solo por el hecho de tenerlo.

Sin llegar a estos graves extremos la alienación del trabajo va en aumento.
Diariamente muchos malestares en la relación con los compañeros de trabajo, muchos choques con personas de distintos niveles, desprenderse de los problemas laborales cuando termina la jornada diaria es cada vez más difícil.
A lo laboral se suman diversos malestares de tipo familiar originados en la misma crisis social que produce el malestar laboral. Tensiones y crisis familiares redundan en más estrés laboral, realimentándose así el círculo vicioso.

Vamos a mencionar algunas facultades que entendemos hay que recuperar o reforzar.

  • El conocimiento de uno mismo: sentimientos, valores, capacidades, posibilidades.
  • Captar y valorizar los lugares en donde uno es querido y la vida cobra sentido. Recuperar la valorización de dichos espacios.
  • Conocer realmente la función y rendimiento laboral personal.
  • Proyectos. Reforzando, desechando, creando nuevos.
  • Confianza en las propias tareas, capacidades de ver y rectificar las fallas personales.
  • Diferenciación de quienes son compañeros que ayudan y apoyan positivamente reforzando estas relaciones. 
  • Alianza con quienes están en la postura de crecimiento cooperativo, participativo y solidario.
  • Agrupación, el encuentro en distintas actividades con estos compañeros permite, además de la distensión y compañerismo, la charla de todas estas cosas para poder hacer algo para proyectar cambios positivos.
  • Búsqueda de toda la ayuda posible para revertir el malestar personal al respecto.
  • Ser consciente de lo deshumanizante en que se ha convertido para uno el propio trabajo para buscar otras formas de estar en él.
  • Incorporar la alegría y el humor, puede ser que salga de uno o que se adherirse al ánimo de un compañero de trabajo.
 

No estamos planteando que los cambios personales cambien estas condiciones laborales y menos aún que logren un cambio social, el fortalecimiento personal y grupal ayuda a salir de una posición de sometimiento.

Lograr que el hombre mediante el trabajo se expanda en una forma libre, sin forzamientos, desarrollándose integralmente en forma creativa y creadora hacia el mundo y hacia él implica cambios en la estructura social. No es esto lo que se puede hacer ahora. Eso sí, que para ir hacia esos cambios se necesitan hombres y mujeres de pié y andando.

Llamamos a los trabajadores de la salud en general no desatender este aspecto ante la manifestación de cualquier malestar o síntoma de índole física o psicológica que nos remitiría a esta problemática.

¿Y que harías vos si te viniese muuuchaaa plata, ganas un premio o una herencia totalmente inesperada?
¡Viajaría por todo el mundo!
¿Y después?
Eso viajaría, además espectáculos, visitas a los amigos,
paseos distintos, haría el amor todos los días.
¿Siempre, toda la vida de acá en más eso?
Tendría una casa con una quinta y la cuido,
y  me pondría a hacer algo que siempre quise, tornear metal artísticamente.
Ahh, entonces trabajarías también.
Me parece que todo eso es lo que sería justo para todos,
distensión, descanso, vida social rica, sexualidad plena y . . .
trabajar gratificantemente y sin  presiones.
El trabajo, una necesidad sin la cual la vida no tiene sentido.