El trabajo

¿El trabajo es salud?

Algunas hipótesis acerca de la relación entre
las exigencias laborales y los problemas psicosomáticos.

El trabajo, ¿es salud?.
Mi padre decía que el trabajo iba a garantizarle 100 años de vida digna. Y así fue. Él era un hombre pampeano, de campo, que comenzó a trabajar a los 12 y nunca detuvo su actividad. Las palabras no significan lo mismo en distintas épocas y para diversas personas. Un mismo significante evoca diversos significados. Tal vez en otra  época la misma palabra con las mismas letras: "t-r-a-b-a-j-o" evocaba en las personas un significado, imágenes y sensaciones que no son las que evocaría hoy. Creo que hoy, formar parte del mundo productivo marca la diferencia entre "estar adentro y estar afuera", a nivel de la imaginación social. Estar empleado significa -insisto a nivel de la fantasía- la tranquilidad de "haber llegado" y la angustiosa incertidumbre de que en algún momento "se pude terminar". Frente a esta descripción , nos  surgen algunas preguntas. Enrique Pichón Riviere decía que la salud mental era la adaptación activa a la realidad refiriéndose a la posibilidad de modificarse uno mismo y de modificar el contexto,. ¿Cómo lograr una adaptación activa, creativa, mutuamente modificante, sin caer en una seudo adaptación o en un sometimiento  cuando esa realidad es nuestro mundo laboral? Y cómo armonizar el trabajo con la vida familiar, con la intimidad, con las actividades que le dan sentido a la vida personal?    además, cómo lograr ese propósito con tan poco tiempo, ya que el día laboral es casi de 24 horas?.

Hemos observado que algunas personas realizan una seudo adaptación a su realidad, en las empresas, oficinas, instituciones y organizaciones en las que se desempeñan profesional o laboralmente.  Aparentemente se integran a sus tareas y cumplen con lo que se espera de ellos; son buenos empleados, o buenos jefes, o excelentes gerentes; no tienen problemas con las cosas que se les presentan... Pero, un día, repentinamente algo se desborda en el sentimiento de la persona y aparece un desequilibrio físico: mareos, palpitaciones, sensación de ahogo temor a tener algo malo o a morirse. El cuerpo ha empezado ha decir.

 Cuál es el motivo de que los profesionales de la salud encontremos en los consultorios tantos pacientes con síndromes que afectan el cuerpo? Cuál es el motivo de tantas enfermedades psicosomáticas, ataque de pánico y estados de stress?. A partir de situaciones de presiones laborales y exigencias de competitividad en los trabajos, puede  pasar que el cuerpo enferme.

Cuando investigamos las causas de estas enfermedades que afectan la psiquis y el cuerpo, para nuestra sorpresa, acostumbrados a encontrar motivaciones en la infancia de las personas, mirando el pasado y los traumas infantiles, para nuestra sorpresa, decía, descubrimos las causas de los problemas mencionados, en el presente. Y para aumentar nuestra sorpresa:  en el presente laboral y no en el presente sentimental ¿?  entonces, que características de la comunicación humana en las empresas, oficinas, institutos educativos,   están produciendo enfermedades?  Cuales son las necesidades, los sueños, los deseos, los anhelos de las personas que quedan truncos y que al no poder realizarlos (o al menos decirlos), provocan un estado de angustia o su equivalente en síntomas somáticos?.

Tal vez los síntomas del cuerpo están ocultando muchas palabras no dichas, muchas  respuestas a estas preguntas. Tal vez la persona que enferma está necesitando decir algo y todavía no descubrió que y cómo. Tal vez muchas problemáticas del ámbito laboral se están jugando y expresando a través de lo corporal. El lenguaje del cuerpo es ambiguo, pero también develador... el cuerpo difícilmente nos mienta, pero es un desafío descifrarlo.

Lic. Mónica Burstein, psicóloga
www.monicaburstein.com.ar

Comentarios

Después de muchos fracasos laborales y de mucho pensarlo he llegado a la conclusión de que no sirvo para trabajar, porque aunque me esfuerzo al máximo en todas las tareas y casi antes de empezar el día ya estoy cansada. Porque no puedo complacer a mi chico y él está tan cansado como yo. Por esto y por muchas cosas más...

Supongo que la mayoría de la gente se encontrará en la misma o parecida situación, pero yo veo que los demás aguantan sin ningún problema y a mí me cuesta muchísimo. Debe ser que todos no tenemos la misma resistencia física ante los mismos esfuerzos.

Como ya he dicho yo no paro desde que me levanto a las 7.30 de la mañana hasta que me acuesto sobre las 10 de la noche, fuera y dentro de casa. Aguanto a muy duras penas. Cuando me acuesto estoy totalmente reventada, y no duermo bien pensando en que el día siguiente va a ser igual o peor que el día que acaba de terminar.
Odio las responsabilidades con las que me cargan cada día, ya tengo bastante con las mías propias. Por eso pienso que quizás no sirvo para trabajar, porque hay gente a la que por suerte su trabajo les encanta, pero no es mi caso en ninguno de los que he estado y no iba a ser menos en el que estoy ahora.

Tengo claro que tengo que trabajar toda la vida por obligación, pero ¿a cambio de mi salud y mi felicidad? ¿Quién dijo que el trabajo es salud? Porque a mí desde luego me la está quitando. Necesito ayuda por favor...