Balances

Trazando caminoBalances y Proyectos

Creado: 24/12/2003
Revisado y corregido: 30/12/2016

Necesidad de mirar hacia atrás para avanzar mejor

La integración temporal -Pasado, Presente y Proyecto- es parte de nuestro ser, es imposible evitarlo.
Si no sabes por dónde seguir, mirá hacia atrás para saber de donde venís.
La culminación de un ciclo suele propiciar la realización de planes y balances.

Fin de año resulta ser un buen justificativo para reflexionar sobre ello, en este y otros momentos del año surgen balances espontánea o planificada-mente.

Es saludable la integración de balances y proyectos, en general un fenómeno se asocia naturalmente con el otro. Son dos momentos indispensables cuando -en el presente- la meta es el logro de objetivos.

Desde la niñez se produce un interjuego entre balances y proyectos.
Por ejemplo, desde las primeras abstracciones, un bebé de meses juega con el objetivo de lograr determinado encastre y para ello programa sus movimientos de acuerdo al balance que hace de los resultados anteriores.

En todo lo realizado tiene un peso determinante la interrelación de lo personal con el medio, se influyen mutuamente, por lo cual tener en cuenta ambas partes dan realidad y sentido de integración a los balances, lo que lleva también a incluir en los proyectos cambios que se necesitan con el entorno para poder realizarlos.
También es importante tener en cuenta los hechos fortuitos o azarosos, aunque estos existan no son los más determinantes, ni en cantidad ni en calidad; por lo cual cuando se le adjudica a la suerte – u otros fenómenos ajenos a un@ y su circunstancias – es importante analizar hasta que punto son productos de la tan mentada suerte.

Un balance indica evaluar los logros y malogros, tanto de lo proyectado o esperado, como de lo que fue imprevisto. Nos puede permitir permitir por ejemplo:

    * Dar cuenta del por qué de los resultados.
    * Rever si el saldo es acorde con las capacidades para llegar a objetivos.
    * Revisar y rectificar errores.
    * Confirmar, ratificar y fortalecer recursos.
    * Reforzar capacidades existentes, descubrir nuevas y darse cuenta de cuales son necesarias o importantes adquirir.
    * Realizar mayor cantidad y calidad de nuevos proyectos.

Aspirar que los balances resulten enriquecedores, así sean de experiencias positivas o negativas, placenteras o displacenteras es eso: una aspiración; pues a veces puede no ser así – en fechas que siempre se hacen – por el peso de lo penoso de hechos ocurridos u otras causas.
En la hora de hacer balances con la mira a proyectos realizables, las escalas de valores personales se ponen en juego, algunos valores entran a cuestionarse, entonces es cuando se necesita la balanza propia para poner en cada platillo los cuestionados y otras opciones que surgen.

Algunos componentes de este proceso son: sostener y fortalecer los objetivos adquiridos (como así también lo logrado sin planificación), ver cambios necesarios para el logro de objetivos que no fueron alcanzados (en tanto sigan siendo válidos), revisar y cambiar los que se vienen planificando.

Se requiere flexibilidad para mover objetivos , lugares personales en los distintos vínculos y valores. Se trata de evolucionar, lograr el bienestar posible y mejorar cada vez más la calidad de vida, para ello es necesario ver lo dado y proyectarse percibiendo y teniendo en cuenta la espiral dialéctica de los cambios.

Sea cual fuera el saldo encontrado, aprovechar los balances como medios para cambios constructivos, es una herramienta de gran utilidad para conducir nuestra vida.

En el bosque, un árbol que cae hace mucho más ruido y es mucho más notorio que el resto de otros procesos que se dan en el mismo bosque. Sin embargo, el crecimiento constante de ese bosque, de todos los componentes de ese ecosistema, aunque más imperceptible, es lo que determina su subsistencia, aunque no haga tanto barullo.

Poder valorar nuestros logros, cualquiera sea su magnitud, y no caer en que los desaciertos o los fracasos arruinan aquello que logramos, es un aprendizaje que no debemos permitirnos perder.
El realizar balances, cualquiera sea el momento elegido por cada uno, nos da la oportunidad de también encontrarnos con el ser que vamos decidiendo ser.

Marta Chiarelli