Personalidad

El todo que somos

Marta Chiarelli 21 de marzo de 1.991

 

Ante cantidad de replanteos:
- "Me traban las dudas constantes"
- "Mi inseguridad es espantosa"
- "Tanta autoexigencia me está impidiendo vivir mejor"
- "Podría gozar más plenamente de mi familia"
- "Quisiera resolver este problema sexual"
- etc..
¿ Qué es lo que vamos a hacer?. ¿Cuál es la salida?:
Podemos seguir echando la culpa a nuestros padres, dormir, correr, darnos manija todo el día, aturdirnos trabajando esforzadamente, hacer todo lo que se nos ocurra, ¡en fin!, las salidas son infinitas. Cada uno elige...
Proponemos nuestra salida.

El parto.


Un bebé.


Su llanto.


La emoción.

 

El es todo sensación, todo necesidad.

Está indefenso, a nuestra disposición.

Necesita que lo miremos, lo acariciemos y queramos, lo alimentemos, limpiemos y abriguemos; y quiere dormir, dormir mucho.

Podemos sin mayores problemas satisfacer estas necesidades, mal que bien lo hacemos.

En algún momento deja de estar totalmente entregado a sus sensaciones y necesidades para comenzar una búsqueda activa de sí mismo, de su cuerpo, del mundo que lo rodea. Avanzando cada vez más en su camino de ser humano comienza la acción en correlación con la actividad social.

Y va dejando de ser puro cuerpo, comienza a representársele mentalmente la realidad. Y con el pensamiento y el lenguaje abstracto la capacidad de comunicar y aprehender. La anticipación de la realidad es el escalón hacia:
la transformación voluntaria de la misma, a la actividad intencional, al despliegue de la creatividad. Autoconciencia, universalidad y autonomía van completando los rasgos específicamente humanos. Así mismo con el desarrollo de estas capacidades, van evolucionando las correspondientes al plano afectivo y corporal.

Cuerpo y mente, sentimientos y razón van juntos, interrelacionándose cada vez más.

Y el cambio socio-familiar, con bebé incluido va avanzando en espiral a medida que él crece; con el avance personal se va dando una transformación mutua en la que bebé y familia ya no son los mismos.

Se produce una estructura de personalidad radicalmente nueva, en la que, necesidad, cuerpo, actividad, psiquismo, relación social ya están indisolublemente unidas.

Y, entonces, ¿qué pasa? ¿cuándo va a comenzar el conflicto en el cual no vamos a soportar sus necesidades o el libre conocimiento de sí mismo?, ¿puede ser cuando llore para sentarse y le enchufamos la teta?, ¿o cuando se toque los genitales?, ¿o cuando quiera comer solo?, ¿o cuando al caerse intente levantarse por si mismo?, o... ¿cuándo?.

Con estos límites, ¿se le permite reconocer las necesidades corporales o a manejarlas en función de la conveniencia de otros?; ¿se le deja conocer y gozar del propio cuerpo?; ¿se le permite el desarrollo del natural autoabastecimiento?; ¿se lo estimula a resolver por sí mismo los problemas o se lo forma para que acuda al diván con cada uno de ellos?.

Y ya tenemos un nene cuya educación directa no depende solamente de la familia, sino también del resto de la sociedad; vecindario, club, escuela y medios de difusión masiva, que van complementando los contradictorios y confusos mensajes:
-"Para crecer tenés que dejar de ser libre, espontáneo, creativo, autónomo"
-"Tenés que saber mucho, pero no podés curiosear por vos mismo y hay muchas cosas que no debes conocer"
-"¡Qué vivo e inteligente!, NUNCA DESOBEDECE, acepta todo lo que se le dice"

Desde el video y la tele (sustituyendo el juego), a los ya consabidos:
-"Eso es muy complicado para vos, sos muy chico"
-"No quiero a ese chico como amigo, no tiene buenas notas, no lo invites"

-"Para José computación, para María pintura"

-"José, no le pegúes es más débil, es una nena"
-"No María, José puede ir a jugar a la calle por que es varón, vos levantá la mesa y andá a dormir"
La lista es interminable y cada uno tenemos en nuestro haber la propia.

Bien, vamos ahora a una escuela y veremos:

* Cómo se estimula la autodefensa por los derechos propios -"¡Fulanita!, no debes pegar, eso está muy mal": nota, y que firmen los padres, y la fulanita en cuestión se defendió de una niña 3 años mayor.

* Cómo se estimula la espontaneidad -"No me gustó tu actuación, estuviste muy mal"- ¡la directora a una niña de 1* grado que largó una cristalina y adecuada carcajada, pero que no estaba en el libreto!.

* Cómo se enseña el conocimiento del cuerpo, aquí no puedo dejar de citar a aquella maestra de 5* grado para la cual el ano no existía, y hace poco, tan solo 5 años, sus alumnos sabían que el sistema digestivo comenzaba en la boca pero no donde terminaba, es más, aparentemente terminaba en el intestino grueso pues orificio de salida no tenía ni siquiera en el gráfico.

INDIVIDUACION-SOCIALIZACION

Eso sí, es justamente y en especial con respecto a la socialización donde los límites son deficientes, aquellos que brillan por su ausencia son los que sí posibilitan la independencia, la diferenciación, la intimidad, el respeto por los demás:
-"En la hora de la siesta no podés molestar con ese bochinche"

-"Cuándo los cuartos estén cerrados no debés pasar sin pedir permiso"

-"Mi cartera no la revises como yo no lo hago con tu portafolio"
Y en estas cuestiones hay una tremenda coherencia entre lo que no se enseña y no se hace, ni con el hijo, ni en general.

Necesitamos la convivencia en condiciones de distensión, placer y confianza, siendo en esto realmente asombrosas las desviaciones educacionales. Se deforman capacidades tales como el compartir solidario, la sana emulación, la cooperación mutua, con actitudes tales como comparaciones que los padres hacen de sus hijos con el vecino, con el amigo, con los propios hermanos, o con quien sea, la cuestión es tener en el semejante un rival peligroso para aplastar. Otra forma de deformación se da mediante la influencia de algunas maestras en la elección anual del mejor compañero a fin de que se elija el de su predilección: el aplicado, u obediente, u obsecuente, aún cuando este niño sea un desastre en cuanto a compartir, dar, colaborar.

La función primordial de la familia es la socialización del hijo. Esto indica respetar y estimular necesidades tales como: autoestima y autocuidado, autoabastecimiento y solidaridad, plenitud y goce, intimidad propia y ajena, creatividad e intuición, transformación y no estancamiento, convivencia social constructiva y no deteriorante.

SER UNO MISMO SUPONE
permisos y límites

 

Desde el lenguaje, la comunicación verbal, gestual y afectiva vamos imponiendo formas, estilos, valores, prohibiciones pautando de esta forma aspectos y funciones. Destacamos muy especialmente que, desde el afecto y el cuerpo, también se limita, no sólo desde la razón.

Lo estimulado y lo limitado a veces están en función del avance, y otras del estancamiento o del retroceso.

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Nuestro psiquismo está determinado por la actividad social, desde el nacimiento.

Bagaje biológico heredado, funciones psíquicas y medio se interrelacionan en permanente y mutuo cambio, conformándose así nuestra personalidad exclusiva, con nuestras múltiples orientaciones de vida.
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Nuestro bebé puede haber nacido hace 60 años, 45, 33, 25, 18, con la diferencia de que lo que significa ser "normal" ha cambiado radicalmente en los últimos años (pero este es tema de otro capítulo), ahora es un niño grande, supongamos un púber y resulta que vemos que gran parte de su afectividad libre, su capacidad de disfrutar plenamente, su espontaneidad, su creatividad, su razonamiento investigador, su autoabastecimiento, etc. etc. pasaron por el devastador efecto de una aplanadora, que podemos suponer??

Lo social va en contra de lo personal?, el razonamiento empobrece?, los límites perjudican el libre desarrollo de la personalidad?, la función intelectual mutila?, es la estructura de nuestra sociedad actual la que limita, anula la libertad y autonomía?.

Y ya (aunque parezca mentira y es por la magia del pensamiento), transcurrieron 20 años, esta persona tiene conciencia plena de realidad, está bien conectada con el mundo, no está psíquicamente disociada, no es una loca.

Tendrá cantidades de dificultades pero, cuerda?, es cuerda!.

Integración mente-cuerpo ? ?

Afectividad versus intelecto ? ?

Cuerpo y mente, afectividad e intelecto no pueden dejar de estar integrados, no pueden estar como entidades separadas, salvo en graves patologías, pues la desintegración significa disociación psicótica.

Si hablamos de integración no adecuada es otra cosa; y tiene que ver, en cuanto a mente-cuerpo, con que la actividad mental no es coherente con el conocimiento, el placer, el cuidado de nuestro cuerpo, sino que está regida por tabúes y prejuicios, por competencias, por temores etc....

Ideas tales como:

-"A lo racional y/o lo social, por ser coartantes de lo afectivo, hay que relegarlos"

-"Debemos dejar de lado la función intelectual, no pensar, sólo sentir para encontrarnos a nosotros mismos"
...no tienen que ver ni con la realidad ni con la posibilidad...

Es imposible dejar de pensar en lo que sentimos o hacemos, pues justamente sin autoconocimiento no seríamos humanos, y si creemos que lo hacemos nos autoengañamos poniendo nuevamente nuestra razón al arbitrio de la voluntad ajena, y la consecuencia es que, al no manejarnos consciente e integralmente, perdemos la autonomía necesaria para adjudicar desde nosotros mismos valor a nuestros actos, pensamientos, sentimientos..., y  entonces lo hacemos aceptando pasivamente los designios ajenos, ya sean estos actuales o interiorizados, y que no siempre son los que dan cuenta de nuestras necesidades, deseos, inclinaciones, y mucho menos del bienestar social.

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-María: "¿ Qué querés?, después de fregar y fregar, y lidiar todo el día con los chicos, ni charla ni nada, quiero dormir!".
- Jose: (piensa) "Qué chasco, esto no era lo proyectado por ambos, y realmente la hacíamos distinta, ¿cómo fue el retroceso? ¿qué pasa?".
Recordemos desde el parto. Genitales: ¡no!. Ella la débil, él el dueño de la calle. Mujer como subordinada. El otro es siempre un rival. etc. etc. etc..
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¿Cual es la salida?...
...esta es otra posibilidad...

Sí, somos un todo, y no es por la sumatoria de cada función, si no por su integración e interdependencia, de su funcionamiento armónico depende nuestro avance, cualquiera sea este.

El bebé ya es un hombre y el hombre tanto ha crecido que sólo queda de él mismo, la necesidad y la capacidad de recuperar lo aplastado por la aplanadora, modificando en forma tal, que todas sus funciones se coordinen hacia el avance; y como si ésto fuese poco también cuenta con afecto, amor que de movida sí han estado, capacidades y aptitudes que han sido enriquecidas, y además la gente, los otros con los que comparte su forma de recomposición.

MARIA Y JOSE... Y MAS REPLANTEOS Y...

Son múltiples las dificultades que oportunamente nos surgen ante determinadas necesidades en el transcurso de la vida:
-"Siento cantidades de cosas hacia ella y no puedo trasmitirlas, ¿como hacerlo?"
-"Sé que puedo rendir mucho más laboralmente y yo misma me trabo"
-"No consigo mantener amigos, y sin embargo los necesito"
-"¿Y qué diablos pasa conmigo que fracaso en todas las parejas?"-.

-"Yo debo tener algo que ver en tantos problemas familiares, no pueden ser todo causa de los otros"
-"¿por que no puedo conectarme bien con mi hija?"

Y, entonces... ¿qué hacemos ante estos replanteos aquí y ahora?, pues se supone que si me los hago es para modificar en función de vivir mejor.

EL CONTROL DE NUESTRAS VIDAS
A CARGO NUESTRO

El hecho de recorrer la historia infantil no tiene nada que ver con encontrar las causas y los culpables para quedar tranquilos, ni con el revivir por el revivir, muy por el contrario, tiene que ver con la toma de una posición autónoma, adulta, de modificar activamente, por nosotros mismos, las dificultades de personalidad.

Dificultades que han tenido nuestros padres y abuelos, y así hasta la histórica manzana, que no importa ni un ápice quién fue el que se tentó con ella, que por otra parte no puede haber sido -como nada de lo humano- cuestión ni responsabilidad de uno solo, sino el resultado de la interacción social hacia todos los sentidos.

El revisar nuestra historia y darnos cuenta de cómo se formaron tales características es una herramienta a utilizar para el propio cambio, del cual nosotros, como adultos, somos los artífices y los principales protagonistas.

Como adultos afectivos, inteligentes, sensuales, creativos, razonadores, sociales.

Como adultos en su totalidad.

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Lo que se aprende sensorial y afectivamente especialmente cuando la función intelectual es inexistente o rudimentaria no se puede modificar sino siguiendo el mismo curso.
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Recomponer para vivir mejor

Ahora sí que esta cuestión de vernos y modificar tiene sus bemoles, pues esto depende del momento en el cual se plasmaron en nosotros tales características.

Plasmado en el interminable interjuego relacional en el que estamos incluidos en forma activa desde el mismo momento en que nacemos.

En una primera etapa evolutiva las funciones intelectuales son inexistentes o rudimentarias.

El aprendizaje, en estas situaciones, se realiza especialmente mediante las funciones sensoriales y afectivas.

Condiciones que vuelven a repetirse en el futuro en momentos muy especiales.

Lo así incorporado se impregna fuertemente, pues:

a) se da especialmente con la estructuración de la personalidad.

b) valores morales y éticos son pautados arbitrariamente desde afuera.

c) al no participar ni la voluntad, ni ninguna otra función racional propia, los contenidos son rígidos y cristalizados.

d) la dependencia infantil da la característica de máxima permeabilidad hacia la autoridad afectivamente significativa, esto es -"si lo quiero y lo necesito todo lo de él es justo".

Cuando las dificultades personales dependen de contradicciones entre lo incorporado de esta forma y lo elegido por uno en el desarrollo posterior es necesario esclarecer aquello que por incorporarse en momentos especiales quedó fuera de la autoconciencia.

Siendo que estos contenidos no tienen acceso por la vía racional, tenemos que provocar terapéuticamente condiciones similares para que emerjan.

Existen técnicas psicoterapéuticas grupales, de interacción y juego distenso, libre, con buena conexión general, empleando herramientas creativas, expresivas, dramáticas etc. de las que vamos a hablar.
También contamos con técnicas individuales con iguales mecanismos y objetivos. Como ser el ensueño dirigido, dramatizaciones, etc.

Entre el reencuetro de nuestros contenidos y el cambio elegido, tenemos que intercalar, y ahora si, la función intelectual, que nos permitirá comprender y modificar desde la mira adulta.

Tal como en las distintas etapas evolutivas personales, sensaciones, afectos y actos son iluminadas por el discernimiento racional, intelectual, designadas por medio del lenguaje articulado, pudiendo ser, entonces comprendidas, compartidas, y ahora, sí, modificadas según nosotros mismos y en este momento.

Lo que quedó enquistado, sin conciencia y que se contraponía a orientaciones posteriores, es revertido. El ensueño dirigido, previa relajación profunda, completa el cambio, transitando la misma vía irracional que ya he descrito.

¿Esto es una regresión? tiene que ver con las psicoanalíticas?, NO y NO.

Ni es regresión, pues es un estado manejado por la conciencia adulta, sin que involucre todo el conjunto de aspectos de la personalidad, se sabe que se ensueña o que se juega, la realidad está bien delimitada.

Ni es psicoanalítico, pues la relación psicoanalítica reproduce las relaciones infantiles y esta es otra propuesta.

Las técnicas propuestas llevan a reencontrar afectos, sensaciones, creaciones personales, que habiendo estado aplanadas permanecían ocultas, achatadas, desdibujadas o bien conceptualmente deformadas. Ejemplos:

-"Esta escena ensoñada es tal cual la viví a los 8 años, ya ni recordaba esas vivencias tan hermosas de intimidad y tranquilidad, ¡suponía que todo había sido tan nefasto cuando chica!".

-"La despedida dramatizada fue real, la emoción también, ...pero ...el sentimiento de abandono..., me lo había olvidado..., y me doy cuenta que esto me pasa ahora con los alejamientos".

-"Con el juego de las miradas me dí cuenta que mi marido me comanda de esta forma, y en la relajación lo conecté con la misma forma de educarme de mi padre, es igual, así me daba las ordenes".

-"Esto de no estar cómoda con el tamaño físico, de querer ser chica es por no sentirme mujer así... ...sí, claro, si soy chica soy manuable, manejable, lo que debe ser una mujer, y yo que creía que ya veía distinta a esta cuestión, con razón le tengo miedo a la pareja".

El posterior momento reflexivo es un encuentro personal y/o grupal, en el que con toda la autonomía adulta, se toma lo rescatado para entender, discriminar, comparar, sopesar, elegir, ordenar, valorizar, y desde allí la modificación.

Las sensaciones y afectos vividos en estas situaciones conllevan en sí mismos, también, el beneficio de reactivarlas o bien incorporarlas cuando ellos son constructivas.

Cualquier semejanza entre los ejemplos y la vida real,
no es pura coincidencia, todos son extraídos de ella.