Ser adulto Hoy

Crece la ola de secuestros

26-08-02

Ayer escuché en un noticiero que se le hacía esta pregunta a Dieguito:

 - “¿Te desilusionaron los adultos?”

Dieguito respondió que no entendía nada de la pregunta.

El periodista insistió en forma tal de obtener, finalmente, una respuesta afirmativa.

Dieguito, de 12 años, estuvo secuestrado unos 3 días, hasta que pagaron su rescate. Uno de los secuestradores es una señora, supuestamente, amiga de la familia de Diego.

Estamos viviendo en una sociedad que cada vez mas asocia la adultez con valores negativos. Llegando ya al colmo de igualarla a la delincuencia.

Solo con dos dedos de frente podemos razonar que NO todos los adultos son dañinos por más que dentro de la gente “confiable” haya un delincuente.

Hace ya milenios que venimos sufriendo una imagen deformada del adulto. Este es tenido como un ser problematizado, serio, circunspecto, sin espontaneidad ni creatividad, que por caso, solo le está permitido la risa por alguno que otro “chiste” de índole sexual.

Cuando en realidad ser adultos significa cambiar la dependencia por la autonomía, tanto económica como en el elegir uno mismo la propia vida y el propio destino.

Estas distorsiones sociales que llevan tanto tiempo no son ingenuas, sirven para gestar adultos dependientes y amargados o adultos “infantiles” y dependientes. Siempre adultos dependientes.

Paradoja que lleva irremediablemente al sometimiento.

En nuestra Argentina de hoy estamos viendo que la movilización de la gente para parar esta ola de secuestros está teniendo cada vez más un contenido  saludable,  una y otra vez se ve el reclamo por los derechos de no ser sometidos.

Podríamos agregar que se tenga cada vez mas conciencia, saber que la alegría, la risa – y la risa fácil, también, de esas que se dice “te divertís barato”, el juego, la espontaneidad, el humor son capacidades necesarias siempre y que hay que mantenerlas más allá de la adolescencia para toda la vida.

Que no se sigan secuestrando estas facultades a los jóvenes. Que( se) las rescaten los adultos y sin pago de ninguna índole.