Salud Mental

10-10-05
Celebrando el Día Internacional de la Salud Mental

Un derecho y una responsabilidad de todo el mundo, todos los días.
Mantener la Salud Mental, atender a cualquier indicio de riesgo y repararla son principalmente funciones estatales; en segundo término nos corresponde a quienes estamos en roles parentales, educativos, profesionales de la salud en general y más específicamente trabajadores de la salud mental.
 
A la hora de dar cuenta de estas responsabilidades el lavado de manos abunda, también el de dinero y el de cerebros. Y la culpa por la enfermedad mental es pasada de mano en mano como una piedra candente.

De los genes a la familia, de la familia a los profesionales, de los profesionales a la sociedad, de la sociedad a los gobernantes, de los gobernantes a la ignorancia, de la ignorancia a los espíritus malignos, ...
y los “espíritus malignos” se quedan así y para siempre con la persona que sufre.

En esta u otra secuencia de estos personajes, todos implicados, muchos toman de este maquiavélico juego su beneficio.
Mientras tanto la persona que comienza con síntomas x va pasando de mano en mano hasta que el síntoma x pasa a ser un rótulo xx y ese rótulo un sello en la frente que llevará de por vida. Síntomas que en su comienzo pueden revertirse se convierten en enfermedades crónicas. Intereses antihumanos son los responsables de la privación de este derecho humano a unos 450 millones de personas en todo el mundo, considerando solamente enfermedades graves como la esquizofrenia, la depresión severa, el mal de Alzheimer, la epilepsia y el alcoholismo. Estos datos son de la OMS del año 2001.

Tener como pilar los rótulos y los psicofármacos hace dejar de lado a la persona y favorece exclusivamente las arcas económicas de laboratorios y empresas dedicadas al área psi.
Para construir es necesario comenzar desde sólidos cimientos. Estos son, por ejemplo, la

Identidad

Mucho mas allá de una buena autoestima o fortaleza yoica que por sí solos pueden ser una buena base de egolatría (característica dañina para la persona que la porta como para las que la rodean) la identidad conlleva capacidades como la autocrítica por la que cada uno se puede definir y conocer a sí misma con sus correspondientes características positivas y negativas, el reconocimiento de la propia escala de valores en orden jerárquico, la conciencia y aceptación activa de las propias condiciones de raza, ascendencia, género, rasgos físicos y edad.
Consideramos un importantísimo rasgo de la Identidad el saber que cada uno sabe más y mejor de uno mismo que cualquiera otra persona, sea esta madre, padre, pareja, amiga/o y hasta el mismísimo psicoterapeuta.

Estamos viendo una de las Cualidades Básicas de la Personalidad y seguimos con las restantes ya que son parámetros universales de Salud Psicológica, entendemos que es sobre ellas que hay que trabajar, reforzar y modificar para sostener o reponer la salud.

Individuación

Ya sabemos que no hay dos personas iguales en el mundo, como decía un viejo programa de humor “Cada uno es cada uno y cada cuál es cada cuál”, no obstante esta verdad por todo el mundo reconocida no es así mismo respetada. Pedir que el otro sea como uno es, pretender saber más de una persona que ella misma en referencia a lo que uno es, la intolerancia por las diferencias individuales. . . en definitiva son estas formas de relacionamientos dominantes o indiferenciados que no tienen en cuenta la singularidad de las personas.

Discernimiento

Quizás es la cualidad más vapuleada del momento, se escucha en todo lado y muy especialmente en el ámbito psi. que todo es igual, las diferencias entre las cosas parecen haber desaparecido. Origen de enfermedad mental la falla de esta cualidad está haciendo bastante estragos. En estas fechas conmemorativas de la Salud Mental se podría pensar en no confundir “hinchazón con gordura” y mucho menos “gordura con embarazo”, una cosa es la flexibilidad y el relativismo y otra es vivir en un mundo caótico donde nada es cierto y todo es según quien lo define.

Integración

Poder integrar las distintas integraciones es lo máximo.

  • El ser humano como unidad biopsicosocial, indisoluble por lo cual no podemos pensar en ningún factor sin tener en cuenta la incidencia de los tres niveles.
  • La unidad afectivo, intelectual, conductual y volitiva está presente en toda expresión humana. Si bien en cada momento o circunstancia una función es predominante, aunque en alguna persona alguna/s estén muy inhibida/s todas ellas están presentes.
    Así podríamos hablar de conducta, afectiva, inteligente y voluntariosa, de inteligencia práctica, volitiva y emocional . . .
  • Pasado, presente y proyecto constituyen nuestras subjetividades. Vivir solo el presente es una ilusión que puede servir en algunas ocasiones, en tanto se haga una filosofía de vida vamos restando en salud.
  • En lo atinente al ejercicio profesional consideramos que la integración de distintos conocimientos y herramientas psicológicas son eficaces en la medida que se hagan desde una cosmovisión determinada y evaluado bien la persona y el momento.
Se estima que hay alrededor de 25 millones de personas que padecen trastornos depresivos entre la población latinoamericana y lo grave es que sólo el 15% de los casos están diagnosticados y tratados. (La media de afectados que tiene acceso a tratamiento en el mundo es del 25 %)
El especialista de la OMS, Benedetto Sarraceno, explicó que los prejuicios, la pobreza y el insuficiente acceso a los medicamentos contribuyen a agravar este problema y sus consecuencias, tanto en los países ricos como pobres.

Sólo la depresión está considerada en la actualidad como la quinta causa mayor de discapacidad y está previsto que ocupe el segundo puesto en el 2020. Desde la OMS se deduce que la pobreza y el insuficiente acceso a los medicamentes son de influencia vital.
Desde nuestra perspectiva las enfermedades psicológicas o trastornos graves de la personalidad se dan en hogares con progenitores psicopáticos. Estas características abundan en las familias de mayores recursos económicos.
En nuestra teoría y en nuestras prácticas diarias vemos que la clase media y alta cuenta con un alto porcentaje de patologías graves.

No estamos exentos de componentes psicopáticos, en consecuencia prestar atención a aquellos mensajes y a las comunicaciones plagados de paradojas; a las relaciones más importantes basadas en la mentira, en lo no dicho, en las cosas que todos saben y que no se hablan; en las relaciones cerradas sin vínculos sociales amistosos, los hogares en donde nadie entra; en la necesidad de determinar la vida del otro, especialmente la de los hijos . . .

Como trabajadores de la Salud Mental no alimentemos las reticencias de acudir a nuestros consultorios sustentando con ello las pseudociencias, a las prácticas esotéricas y a las “curas” mágicas con encuadres que tienen que ver más con los propios intereses que con la persona que se asiste. Desde una posición humana que pueda colocarse de igual a igual (saliendo del pedestal) a la vez que dirigir las terapias desde el rol profesional se puede ver realmente quién es la persona que asiste a nuestros servicios.
Es un parámetro de salud saber cuál es el camino que seguimos por la vida, poder ver cuándo éstos no llevan a ningún lado y poder cambiarlos, es lo que también requieren las psicoterapias, saber qué caminos tomamos con cada uno, de acuerdo a cada uno. Poder moverse con flexibilidad y creatividad son condiciones para la vida y para el espacio psicoterapéutico.

Hay que desmitificar también creencias que solo agravan cualquier problema psicológico, como ser que recurrir a profesionales psi resulta ser una especie de desgracia, un peligro, una disminución de la autoestima por no poder resolver uno solo estas “pavadas”. El considerar la enfermedad mental como un fracaso personal, como un mal hereditario o como un designio del destino es muy común todavía. Y si a pesar de estas creencias la persona se sobrepuso y acudió a la consulta en la que no puede hablar nada de esto por que la comunicación brilla por su ausencia y solo habla el terapeuta dando consejos e indicaciones o solo habla el asistido “cartón lleno”.

En conjunto con la lucha por una determinada estructura social de Salud Mental para la educación, prevención y asistencia las acciones para sanear en algo una sociedad plagada de distintas formas de enfermar son un buen aporte, sea desde el lugar que sea que estas acciones saludables se realicen.