Mi historia

Hola amigas y amigos:

En primer lugar, me gustaría agradecer la existencia de este foro en donde podemos intercambiar experiencias. También quería agrecer a todos ustedes sus aportaciones. Créanme que me están siendo de mucha ayuda. Permítanme ahora contar lo que me ha sucedido.

Hasta hace poco llevaba 4 años saliendo con una chica y nos íbamos a casar. El último año de relación se desmoronaron un poco las cosas y rompimos. Pero justo coincidió cuando una amiga de mi ex soltó en una reunión que pensaba que yo era homosexual y que estaba enamorado de su novio. Un absoluto disparte, de verdad.

El caso es que entre la ruptura (que ha sido dolorosa)y mi carácter inseguro y sugestionable sembraron de dudas mi sexualidad. El tema es que, al poco de romper, intenté tener sexo con dos chicas y, aunque las deseaba muchísimo, tuve sendos gatillazos, lo que hizo acrecentar mis dudas. La verdad es que yo soy consciente de cuando es un hombre guapo e incluso lo admiro cuando lo veo por la calle, pero nunca, nunca, había sentido nada más. De hecho, mis sueños, excitaciones y masturbaciones siempre habían estado con mujeres, pero claro, con esta maldita duda, uno confunde las cosas, como también les ha sucedido a muchos de ustedes. Durante unos meses no le di importancia, pero después de dos fracasos (no sexuales) con dos chicas que me gustaban, volvió la duda. Mi problema, creo yo, es que he tenido poca suerte con las chicas desde siempre, salvo algunos rollos y con mi novia. También es cierto que, por esta inseguridad, siempre miraba a los hombres con curiosidad, comparándome con ellos, en belleza quiero decir. Creo que se convirtió en una costumbre recurrente. Y ahora, en una época de bajón anímico, me pregunto si esa costumbre no será una atracción velada que he sentido siempre.

Lo peor es que mi psicólogo me recomendó como terapia que, durante 10 días, intentara dar rienda suelta a fantasías con hombres, lo que terminó de agravar el problema. Me sentí muy nervioso por la posibilidad de que, efectivamente, pudiera excitarme con los hombres. Durante varias semanas me vinieron entonces escenas sexuales con hombres, aunque creo que supe diferenciar la obsesión de lo que era una excitación. Ahora he cambiado de psicólogo y a éste le pareció erróneo la terapia de anterior psicólogo. Una cosa: nunca me han dejado de gustar las mujeres, de hecho, cuando veo una que me gusta, me pongo a mil. En cambio, esto no sucede con un hombre, si bien es verdad que sé apreciar su belleza, e incluso admirarla. Pero creo que nada más. ¿Es esto tener una tendencia homosexual?

Por mi historia personal, sé que soy una persona tendente a las obsesiones. Cuando de joven mi madre enfermó de cáncer yo estuve convencido de que también a mí me pasaba algo. Es increíble las pasadas que puede jugar la cabeza. También soy una persona perfeccionista y muy exigente conmigo mismo; trabajo demasiado y el año pasado, fíjense, ante lapsus de memoria que todos tenemos, empecé a tener miedo de padecer alzheimer, de hecho, llegué a pensar si lo tenía. Esta predisposición mía hace que mi actual situación la vea que con cierta perspectiva, aunque tengo que reconocer que me sigue inquietando un poco. No soy homófogo, al contrario, siempre ha defendido a los homosexuales y tengo amigos que lo son, pero me puede más el miedo y la confusión que otra cosa. También tengo miedo a ser un reprimido, a no ser sincero conmigo.

En fin, esta es mi historia. Si pueden y quieren, échenme algún comentario. Se lo agradeceré. Y ánimo a todos.