Mi historia: Parte 1

Buenas noches, agradezco el espacio para compartir historias, y sentimientos que en ningún otro lado serán entendidos.
De antemano pido una disculpa por extenderme de esta manera.

Me llamo Romero, tengo 27 años y estoy en lo que se podría llamar una "crisis de identidad", desde lo profesional, hasta lo que ocupa este apartado en el foro. Este 2015 me dispuse a terminar con problemas de adicción, baja autoestima, y nulo crecimiento; los días han pasado como agua entre las manos, sin embargo, ha sido el mejor año de mi vida inclusive con todas las dificultades.

Mi historia empieza como la de muchos en este sitio, como un niño inseguro, tímido y débil (al menos en mi mente), crecí en casa de mis abuelos maternos, en una familia modesta, católica y conservadora.
Poco a poco me fui acostumbrado a las dificultades que significa vivir con personas ya grandes, como mi bisabuela, que padecía de sus facultades, supongo ya por la edad, o los constantes malestares de mi abuela, y la personalidad de hierro de mi abuelo, a quien considero mi mentor en muchos aspectos.
A mis padres no los recuerdo en los primeros años de mi vida, y no entiendo el por qué, creo que la presencia de mis abuelos los opacó.
Yo fui el niño que hacía su fiesta de cumpleaños y me quedaba esperando a los invitados, y hasta la fecha no lo entiendo, solo sé que duele.
Mi hermano, jamás fue mi cómplice en travesuras, cabe recalcar que es mayor (por dos años), y creo que siempre tomó la batuta como protector, más que como hermano, recuerdo muchas veces tener peleas con él porque me acusaba. Clásico.

A la edad de 12 o 13, mi abuelo me ordenó ir por un mandado a unas cuadras de mi casa, de regreso del mandado, me encontré con un señor que me habló, lo reconocí porque enfrente de mi casa había una juguetería, y este señor era el hermano del dueño de esa tienda; me dijo que lo acompañara, que fuera con él a unos baños públicos que quedaban cerca, recuerdo haber sentido mucho miedo, y hasta este momento que lo escribo, duele; afortunadamente tuve la firmeza y claridad de decirle que NO, y regresé de inmediato a casa a contarle a mi abuelo, para mi sorpresa nada pasó, solo me dijeron que ya no iba a salir por mandados.

En mis años de despertar sexual, anduve muy activo, auto exploración, fantasías siempre con mujeres, incluso llegué a pensar en una prima.
Tanta era mi desesperación por tener relaciones que lo intenté con una perrita que tenía, (esto me causa mucha pena y al mismo tiempo asco, de haber llegado a un punto tan bajo, esto nunca se lo había contado a alguien y espero signifique algo a la hora de ayudarme).

Al llegar el internet a casa, todo fue muy diferente, si bien ya me desvelaba viendo películas eróticas, ahora podía ver pornografía a cualquier hora, tenía mucha y nulo control sobre el contenido que visitaba, (siempre pornografía heterosexual) mis expectativas del sexo eran enormes, como algo fantástico.
Con estas experiencias, llegaron también los primeros acercamientos con compañeras de la secundaria, recuerdo que una y yo, nos quedabamos en el salón a la hora de receso, ella me acariciaba con la pierna, me excitaba y yo simplemente disfrutaba.

También por esos días, me fui enamorando de otra compañera del salón, se me hacía hermosa, la mujer más bella del mundo, casi solamente iba a clases por verla, un día me agarré de valor y la invité a salir, aceptó, antes de salir recuerdo tener que rogarle a mi papá que me diera dinero para salir con ella, y era demasiado estrés, recuerdo pensar y pensar y pensar que si no tenía suficiente dinero ella no me iba a querer, y que no tenía nada qué ofrecerle.
Cabe recalcar que la situación económica de mi familia en ese entonces no era la más agraciada,y eso a través de los años ha sido algo que me ha pesado mucho.
Nos hicimos novios, anduvimos una semana y me cortó, fue devastador para mí, no sabía que había hecho mal, después me enteré que no le gustaba, entonces eso le daba validez a lo que me habían dicho en mi casa, mi hermano, mi papá y mi mamá, que estaba feo, que tenía pelos horribles y que estaba muy gordo o estaba muy flaco. La imagen que tenía de mí, se iba desvalorizando.
Inmediatamente después de la ruptura, acudí a los compañeros de clase que eran los populares, siempre llegaban al otro día a clases y parecía que el día anterior habían tenido una aventura, y quería ser parte de eso, quería tener amigos, divertirme, que me vieran, tener atención, ser querido y aceptado, y uno de los puntos clave de esto, es que salían a tomar, entonces tenía 14 años cuando empecé a tomar.
Pasaron más cosas, me escapé de la escuela a otra ciudad con otra chica que también me gustaba mucho, y al llegar al destino, no supe qué hacer, quería besarla, quería acariciarla, pero nada, no podía, pensaba en que me iba a rechazar, en que no le gustaba y ella me lo decía, sin embargo no entiendo qué hacía conmigo yendose a otra ciudad.

Otro enamoramiento en otra escuela, una compañera que venía de Madrid, hermosa también, recuerdo perderme en las clases viendole solamente su pelo, hablar con ella era mi motivación, teníamos química pero en mi mente yo no era suficiente (economicamente) para ella, la dejé plantada varias veces por no tener coche para ir, y ella me dejó plantado porque me lo merecía.
En esa escuela me bulleaban por mi posición económica, era la escuela de "ricos" en mi ciudad y pues yo no.
También jugó un papel importante mi autoconcepto.
En alguna ocasión mi hermano me visitó (en esa escuela) y una de las amigas de esta chica, me dijo que él estaba mucho "mejor" que yo.
Me dio rabia escuchar eso y al mismo tiempo tristeza, de que yo no podía ser mi hermano, considerado el guapo, el fuerte de los hijos, tanto como por mi padre, madre, hasta ser el preferido de mi abuelo.

Nunca he sido un hombre mujeriego, no sé si por este sentimiento de insuficiencia, y malas experiencias, añadido con una imagen negativa personal; un ejemplo claro es que hasta la fecha tengo brackets, y antes realmente tenía los dientes chuecos, siempre con pena de sonreír.

Entonces cuando tenía una relación, me entregaba como si fuera la última, tal vez para conseguir ese cariño que sentía que me había faltado, para sentirme parte de alguien más y no solo.

Tuve otra novia, le puse el cuerno por querer vengarme, "nadie me la va a aplicar a mí", si de por si ya tenía complejos, menos me iban a poner el cuerno antes. Eso arruinó la relación, no aguante la culpa, recuerdo pensar y pensar y pensar en que era un cabron, un mal hombre,confesé y ahí terminó todo.

Otra relación más casual, (para ella) no para mí, ella tenía novio, y yo era el otro, me lo había dicho y yo estaba ciego, no quería aceptar que tenía novio, yo le daba todo, y nada era suficiente; llegué a rogarle para que "me quitara la virginidad", un hombre diciendo eso, carajo. ¿Había desarrollado el lado sensible de más o qué estaba pasando?
Y ahí empezó todo, otra vez sentimiento de insuficiencia, pasó por mi mente que el problema era yo, que mis relaciones no funcionaban porque tal vez y solo tal vez, era homosexual y no me había dado cuenta. Lo descarté con facilidad.

Fallece mi abuelo y mi vida se vino abajo, problemas de intestado, la casa donde siempre he vivido, en riesgo, por un tío que apreciaba mucho y había estado conmigo en momentos difíciles, y ahora me estaba traicionando, atacando a mi familia, a mi hogar.
Afortunadamente en esta etapa a mi padre, ya le estaba yendo bien económicamente, pudo hacer frente a la compra de la casa e incluso me regaló un coche, quedé en la universidad pública de mi estado y eso fue un éxito, recuerdo haber sentido que lo podía lograr todo.
Lamentablemente, la vida nocturna y los amigos buenos para nada me llamaban más la atención, al poco tiempo me salí de la universidad y fue la primera vez que pensé que realmente tenía problemas con el alcohol.

A la siguiente semana santa, tuve una pequeña reunión con mi mejor amigo y un primo, estabamos echando los tragos, y les conté que ya estaba cansado de que siempre me batearan a la hora de intentar algo, y mi primo me dijo que le iba a hablar a una amiga y que me preparará, efectivamente esa tarde tuve mi primera relación sexual con una chica que acababa de conocer, y no usé protección, estúpido yo, al otro día no podía dejar de pensar en que probablemente o la había embarazado o me había contagiado de algo. Puro estrés. Estrés puro.

Mi mejor relación empezó el verano del 2007, en el cumpleaños de una ex compañera, llegué en mi coche nuevo, de lujo y negro, alimentando mi confianza, nada me podía parar, llegué contento y con actitud, y ahí la vi, la mujer más guapa de toda la fiesta, vestida de verde, frente a mí, nada me detuvo, al cabo de unas semanas eramos novios,duramos año y medio, altibajos, por mi frecuencia en la bebida, y por no saber qué hacer con mi vida.
Ahora estaba estudiando publicidad y rp, tenía buenos amigos, aparte de la gente con la que salía a echar las copas, tenía una novia preciosa en todos los aspectos, de buena familia, de casa, mi propia familia que siempre ha estado conmigo, mejor posición económica, mi coche, salud, todo. LO TENÍA TODO.
Recuerdo haber estado camino de regreso a casa y preguntandome : ¿Esto es felicidad? ¿A esto aspiro y nada más?, esas preguntas destrozaron lo que había logrado, había bajado mi ingesta de alcohol, estaba enfocado en mi carrera, en estar bien con mi novia y con mi familia, y pff, después un mes seguido tomando, en el desmadre, las fiestas y alcohol, con consumo ocasional de mariguana y esporadicamente cocaína.
A la hora del sexo, me fascinaba verla desnuda, acariciarla, de hacerla disfrutar, primero todo bien, y después pensé "¿esto es todo lo que me ofrece (el sexo)?" y otra vez pensé en mi orientación sexual como probable problema o foco de atención.
Cabe recalcar que a través de todo esto jámas sentí atracción por algún compañero, amigo o desconocido, nunca me vi o imaginé con un hombre.

Pasaba el tiempo y yo seguía en lo mismo, fiestas, borracheras; ahora tenía una novia que era menor que yo por dos años, recuerdo que el día que nos hicimos novios, nos quedamos a dormir en un hotel,yo andaba medio borracho y ella un poco drogada, al intentar tener relaciones me cambió el nombre. La quité de encima y le di la espalda. Después continuámos sin lograr nada y mejor nos dormimos.
Esa relación fue entre copas, peleas, mentiras.
Ella no podía tener sexo conmigo si no estaba tomada, y eso me afectaba mucho.
Yo le seguía llorando a mi relación anterior; un 31 de diciembre, me compré una botella, unos cigarros y me fui al garage que rentaba, y me encerré en el coche a tomar, varios amigos fueron por mí para ir a celebrar, pero no quise, preferí quedarme encerrado, tomando hasta que amaneciera, escuchando "the scientist/ Coldplay", toda la noche.

Al paso de esta nueva relación, mi novia me presentó una amiga, nos llevabamos bien, sin embargo, yo la empezaba a ver como mujer, me gustaba, como era, su cuerpo, la empezaba a desear, entonces en una de las incontables fiestas, la tuve que ir a dejar a su casa, pero ella me dijo que no podía llegar a esa hora, que se iba a tener que quedar conmigo, y yo no la iba a meter en mi casa, entonces fuimos a un hotel, ella se acostó y yo también.

Me quedé viendo el techo por varios minutos, pensando en qué estaba haciendo ahí, en que ya estaba cansado en ser el que nunca disfruta, el que siempre ve a los demás divertirse en este aspecto, y en que si no teníamos relaciones es porque era un "puto".
Me convencí, me voltee para verla, me le acerqué y comenzamos, tuvimos relaciones y quedamos en que nadie se iba a enterar.
Al otro día terminé con mi novia.
Sentimientos de culpa, remordimientos, y de deuda, tenía que pagar lo que había hecho, entonces me aislé de todos, una botella todos los días, solo. Y llorándole a la traición, a mi capacidad para lastimar y traicionar,
Así mucho tiempo, teniendo sexo esporadicamente, nada en serio, alejando a cualquiera que se quisiera acercar. Estaba traumado con esa ex novia.
En esa etapa fue cuando se hundió en mí esa inseguridad, se metió en mí como parasito, funcionando debajo de lo visible, alimentada por la cultura en la cual crecí, con un padre meramente homofóbico, y con las historias de personas que cambiaron orientación.
Llegó el grado en que ya no tenía erecciones, ya no podía mantener relaciones sexuales por el desgaste fisico/emocional que había tenido, y eso alimentaba el miedo, los fantasmas que yo propiamente había creado.
Hasta que un día decidí terminar con mi camino sin sentido, me inscribí en una carrera, la terminé y justo al estar terminando fue que empecé a usar mariguana constantemente, "solo para dormir".
En la carrera, fui de los estudiantes más capaces, sin siquiera esforzarme, buenas calificaciones pero nula capacidad social, antes era muy sociable, tenía buena presencia y me desenvolvía bien, y ahora me sentía retráido.
Conocí a otra chica que me gustó mucho, y casi toda la carrera estuve "clavado" con ella, sin embargo, sin hacer nada, en algún momento ella y yo cruzamos palabras, platicamos, y nada más, no podía mostrarle mi interés y creo que pensó que soy algo raro o extraño, ya que eso me lo han dicho desde la secundaria.
Después de salir de la carrera seguí abusando de la cannabis, sin salir de mi cuarto por semanas, con golpes en la espalda por parte de mi familia y yo siempre en las nubes, ya llevaba un año, hasta que la ex novia de un amigo me contactó, habíamos tenido una buena amistad, pero yo me había confundido, me estaba emocionando con ella, y sentí que ella me brindaba atención, y precisamente por eso la intenté alejar, hasta que regresó, y cuando regresó, tenía implantado un pensamiento en la cabeza: "Soy gay, soy gay, soy gay, soy gay, soy gay", hasta el grado que imagenes venían a mi mente, causandome miedo, asco, y un sentimiento de violación a quien soy.
En esta época estuve muy en contacto con un amigo de la preparatoria, que usaba cannabis también, y a veces me venía a dejar; a él, le contaba mis inseguridades y miedos, me sentía solo y él me escuchaba, casí le pagaba porque viniera a fumar un porro conmigo, porque estaba solo.
Todos los amigos habían seguido con sus vidas, ya con pareja, familia, compromisos, y yo aquí, igual.
Me decidí a enfrentar este fantasma con más drogas, y este amigo, me trajo lsd, me acompañó un rato para asegurar que no fuera a malviajarme, y se fue, así que analicé en mi mente, qué es lo que estaba pasando, por qué estaba pensando esto, por qué había crecido esta incertidumbre en mi vida...
Y en esta introspección, llegué a quebrarme con un llanto honesto, diciéndome, "no eres gay, solo tienes cero autoestima, te sientes solo y crees que no vales nada".
Asimilé lo que me había respondido, y descansé, me senti tranquilo por un momento, pero ya estaba en marcha mi autosabotaje.

Continuaré mi historia.

Bro , por momentos me emociones mucho y me dio mucha tristeza tu comentario , en un par de momentos me senti identificado y me dieron ganas hasta de llorar.

no eres gay de eso estoy seguro , es solo autoestima , lo bueno es que te autoconoces muy bien y sabes explicarlo de una forma excelente , creo que con una buena terapia y dejando de consumir drogas , vas a estar bien amigo. yo estoy destruido por esto , pero no caigas en lo que hice yo , sal ahora , lucha por tu vida y toma terapia en el instante!!

un abrazo

Muchas gracias por tu comentario amigo, actualmente estoy en terapia, y estoy mejorando mucho con el paso de las sesiones, ya tengo varios meses que estoy limpio, y en general el panorama es bueno, me siento mucho más tranquilo.

Ánimo es lo que necesitamos, y mucha fuerza para seguir adelante, al final, todo estará en orden y las preocupaciones serán cosa del pasado.

Te mando buena vibra carnal, y los mejores deseos.

Un abrazo.