Mi humilde opinión

Estimados,
Sea cual sea la razón de porqué incansablemente nos vienen todas estas ideas en la cabeza, una y otra vez, y también gracias a los tantos casos de TOCH que he leído acá, junto a los artículos de los doctores especializados, puedo llegar a una conclusión que me gustaría saber si están de acuerdo conmigo; independientemente de lo que hayamos vivido en la época de pubertad y adolescencia, donde nuestras neuronas están literalmente en ebullición y hayamos tenido algunas ocasiones de actuar un tanto ambiguo en lo que respecta a la sexualidad, o que nos hayamos excitado alguna vez con algo que " no corresponde" ( según nosotros), lo que marca la diferencia en un heterosexual es el habernos enamorado de alguna mujer desde que tenemos uso de razón. Son esos momentos en que no paramos de pensar en ella, poníamos la canción que nos la recordaba o simplemente gozábamos pensando en ella; esto desde muy pequeño.
Creo que estos hechos son los que nos demuestran que "por escencia" somos heterosexuales. Si en la adolescencia me habré excitado viendo un pene o mirando mi pene o lo que sea, son una de las mil cosas que pasan en la vida de una persona y que hoy nos vuelven como recuerdos ansisos.
Sé que esto ya suena como una compulsión, pero es para que nos quedemos tranquilos de que esa esencia nos debiera bastar para estar tranquilos.

Por favor, si alguien discrepa o tiene algún comentario que hacer, bienvenido.