Ojala vuelva la música a mi vida

Trastorno Vs Esperanza.
Algo en mí

Cómo me gustaría estar escribiendo de otras cosas, pero no lo he logrado. No he logrado sentirme seguro de lo que soy. Crecí en medio de una familia que con sus falencias me dio lo mejor. Me cuido, me permitió vivir una infancia feliz. Mi adolescencia creo que también fue para recordarla por siempre, jugué, viaje, abrace tantas veces a mi familia. Tanto deleite. Pero en medio del ser feliz tal vez también se me olvido o no aprendí asumir aquello que requería de esfuerzo y dedicación. Estudios, programas deportivos, retos que requerían de constancia y sacrificio. Bueno pues en ello no he sido el modelo a seguir. Pero aún en medio de todo con esperanza y con muchas ganas de vivir.

Esto ultimo ganas de vivir y esperanza se han vuelto a difuminar. Digo se han vuelto porque una vez pace por lo que voy a narrar. Cuando tenia 18 años sentí que me podrían gustarme los hombres, que si una persona de mi mismo sexo me parecía atractiva eso me convertía en homosexual. La verdad este tiempo no fue nada agradable ya que nunca he soñado con ser homosexual. De hecho creía en eso de encontrar esa única mujer con la cual compartiría el resto de mi vida.
No podía ver la imagen de un hombre musculoso por que comenzaba a fantasear y esto me atormentaba bastante. Ha estos pensamientos vinieron otro no más agradables. Tenía pensamientos destructivos, me imaginaba que yo iba hacerle algún daño a mi familia, salía a la calle y tenia pensamientos asociados con muerte. Había momentos donde pensaba que mi lugar era la calle. Todo me generaba miedo.

Fue tanta la presión de todos estos pensamientos que tuve que hablar con mi familia, ellos me brindaron el apoyo que pudieron, no somos una familia adinerada pero buscamos los consultorios de la facultad de sicología de una prestigiosa universidad de mi ciudad. No recuerdo como me fui recuperando, pero los pensamientos tormentosos fueron quedando atrás. A mi barrio llego una chica que me atrajo mucho. La comencé a conocer y terminamos teniendo una relación sentimental. Esta relación tuvo sus momentos mágicos, y también de desencanto. Finalmente la relación se rompió, ella busco otros rumbos.
Esta relación me dejo muy dolido, intente volver con ella pero ya estaba con otro chico. Mi reacción inmediata fue refugiarme en el alcohol y algo de marihuana. Antes de estar con esta chica bebía mucho era mi plus para divertirme más, la marihuana la consumía de vez en cuando.

Natalia es el nombre de ella, trabajaba con chicos cristianos y yo termine conociendo algunos de ellos. Como para ese tiempo sentía un profundo vacío en mi corazón. Una compañera de ella me invito a una iglesia y bueno yo me sentí atraído profundamente por el tema de Dios y ver la alegría de muchas personas. Sentí tanta pasión por Cristo que me comprometí hasta donde pude con Su mensaje. Durante ese tiempo, 10 años me sentía doblemente feliz, porque sentía tenerlo todo. Era tener el amor de Jesús y mis seres más queridos. Esto despertó un deseo de servicio a los otros y de vivir la vida al máximo. Habían momentos donde trataban de venir pensamientos homosexuales, me trataban de perturbar por instantes pero había mucha seguridad de lo era y simplemente se iban. Hoy a mis 30 años no sé que me paso, tan feliz, tan seguro, tan lleno de propósitos y convicciones. Pareciese mentira lo que estoy viviendo pero es así.

Comenzando este año (2012) me sentí tan seguro de mí, de lo que soy, que decidí viajar a la Argentina, con el deseo de asumir nuevos retos, de estar fuera de mi casa y crecer por medio de esta experiencia. Regresar a mi país y dar todo de lo que aprendería. Al cuarto mes de estar en Buenos Aires, me alistaba para salir al trabajo, vino a mi mente de nuevo pensamientos que distorsionaban mi identidad, los sentí tan fuerte, que comencé a sudar y tuve que sentarme ya que sentía que me desgonzaba. Saque algo de fuerzas y salí a trabajar, pero no podía quitar estos pensamientos de que me iba a volver homosexual. De que alguien me iba a hacer daño o que yo iba a lanzarme a una vida homosexual. Con respeto a los que han decidido por ello, a mi está idea me genera pánico. Realmente creo que no tengo la capacidad metal, moral, etcétera para ser homosexual. Lo duro es que si me ha generado un miedo hacia la gente de mi mismo sexo y esto me entristece por que siempre he tratado de ser mu amigable con todo el mundo, pero esto no me deja.
No pude asumir todo lo que estaba viviendo fuera de mi país, no se si estar lejos de casa y enfrentarme a otro contexto me llevo abrir la puerta a mis miedos nuevamente. Regrese a mi país, pero lo más duro de todo esto es que me he sentido derrotado, hay momentos que siento sensaciones raras en mi cabeza, pesadez, mareos. Cuando estaba en Argentina pensaba que me estaba volviendo loco y esto me llenaba de más tenciones y no podía disfrutar de nada. Tenía planes de reforzar mis estudios y no pude. Por temor a pensar en que me iba a volver homosexual.

En mi país he podido estar algo mas tranquilo, pero aun así me levanto con miedo, me he aislado de todo. No he podido salir a buscar empleo por esta tención que a veces también vienen de nuevo pensamientos de muerte. Hoy lucho con el fracaso, distorsión de mi identidad, pereza, fatalismo y tristemente siento que todo lo que había edificado por medio de mi fe cristiana se ha desmoronado y no veo como retomar la vida. Mi familia ha sido todo un apoyo, pero tengo miedo en convertirme en una carga para ellos y definitivamente terminar en ser un bueno para nada.

Espero lograr salir de esto, no tengo claridad de como hacerlo, es bueno saber que no estoy luchando solo, pensé que esto me ocurría solo a mí.
Desde Bogotá esta es mi historia por el momento.