Una historia más

Estimados amigos y amigas:

Ya hace unos meses que entré por aquí y conté mi historia, que en realidad no difiere mucho de otras que han contado por aquí. Comencé a tener dudas sobre mi sexualidad cuando una amiga de mi ex-novia dijo que pensaba que yo era homosexual y que estaba enamorado de su novio, lo cual, créanme, era una falsedad terrible, más que nada porque,sinceramente, era ella quien me gustaba muy mucho, pues es una mujer preciosa. Ese comentario que lo dijo públicamente me hirió mucho y luego mi ex y yo rompimos porque nuestra relación estaba muy deteriorada. Durante varios años habíamos tenido sexo y había sido enormemente placentero (al menos para mí), aunque en muchas ocasiones me preocupaba en exceso por cumplir bien y darle placer a ella. Soy muy inseguro.

Yo creo que por esta pérdida y por un par de experiencias fallidas con chicas ocasionales a las que deseaba pero con las que no pude consumar (a causa del alcohol, creo), se ha instalado esa idea de la homosexualidad en mi cabeza. Tengo claro que me siguen gustando las chicas, pero me noto que mi líbido ha bajado mucho e incluso me estoy llegando a plantear si puedo llegar a sufrir algún tipo de disfunción erectil temporal o algo así.

El tema es que, como muchos de ustedes, he recurrido a las famosas comprobaciones y tal vez por el nerviosismo durante la masturbación me ha entrado alguna imagen de algún hombre; también cuando veo a algún hombre objetivamente guapo pienso que siento atracción hacia él. No obstante, cuando he intentado "probarme" a través de Internet viendo escenas homosexuales puedo decir que o me dejaron indiferente o me desagradaron. Y que, en serio, no me sale acudir espontáneamente a ver hombres en Internet sino chicas, que es lo que he hecho siempre. Tampoco me he enamorado de ningún hombre, y eso que he admirado a muchos amigos y compañeros, y les he tenido mucho aprecio y cariño. Hasta hace no mucho, era capaz de hablar con muchísima naturalidad sobre la homosexualidad porque sabía que no lo era. Durante mi carrera universitaria, de hecho, uno de mis mejores amigos era homosexual y tampoco nunca sentía nada hacia él que no fuera amistad. Por supuesto, el sentimiento era recíproco. Éramos amigos, yo era heterosexual, y él lo sabía y nunca lo dudó.

Yo no sé si todo esto puede deberse al cambio tan fuerte que ha habido en mi vida o si realmente son excusas que me pongo, pero me agobia mucho. Tengo 30 años y nunca, jamás, había sentido lo más mínimo por ningún hombre; al contrario, me masturbaba mucho pensando en mujeres; a veces quizá hasta me veía demasiado "hipersexualizado". Reflexionando me he dado cuenta de que cuando estaba con mi novia, por mi inseguridad, tendía a "chequear" el lugar en el que nos encontrábamos para ver si había algún hombre que pudiera hacerme sombra. La verdad es que me da bastante vergüenza contarles esto. A veces, el simple hecho de que mi ex novia y yo coincidiéramos en algún lugar con hombres atractivos objetivamente me ponía nervioso por si ella al final los miraría con deseo. Tal vez se haya producido un círculo vicioso con esta costumbre. Ya digo que me resulta muy difícil revelarles esto, es muy personal y a lo mejor lo pueden ver ustedes como una tontería.

Al no estar ella conmigo, una parte de mi mundo (que era el suyo) desapareció y ahora estoy en permanente duda sobre mi sexualidad. Yo quiero creer que es algo temporal porque a mí siempre me han gustado las mujeres, pero claro, ahora te dicen que todos somos en realidad bisexuales y que una persona, según determinadas circunstancias, puede cambiar de orientación sexual. Todo ello me confunde y me siempre de dudas.

En fin, amigos, esto es lo que me sucede. Si quieren que le diga la verdad, hará cosa de mes y medio que pensaba que ya había superado este problema e incluso pensaba escribirles para contárselo y darles ánimos, pero ya ven... he vuelto a reincidir. Es verdad que mi obsesión no es tan grande como al principio, pero aún sigue aquí.

Espero, si quieren, algún comentario.
Un millón de gracias,
Jazz